El 29 de octubre marca el inicio de una nueva etapa científica en el golfo de Cádiz. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en estrecha colaboración con el Instituto Español de Oceanografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IEO-CSIC), ha anunciado la puesta en marcha de la campaña 'Arsa 1123'. Esta iniciativa busca evaluar de manera exhaustiva los recursos pesqueros y trazar con detalle el mapa marítimo del mencionado golfo.
El buque oceanográfico Vizconde de Eza, perteneciente a la Secretaría General de Pesca, será el encargado de liderar esta expedición. Durante 14 días, este buque zarpará desde el puerto de Cádiz con el propósito de llevar a cabo investigaciones que permitan obtener datos precisos sobre la abundancia y distribución geográfica de las principales especies demersales de interés pesquero. Además, se recogerán informaciones sobre las características hidrográficas y sedimentológicas del área.
La campaña 'Arsa 1123' se inscribe dentro de las iniciativas de arrastre de fondo que se desarrollan en España. Estos estudios directos sobre las poblaciones pesqueras explotadas son esenciales para obtener datos objetivos e independientes de la actividad pesquera, garantizando así una gestión adecuada de los caladeros.
La información que se recoja no solo se centrará en los recursos pesqueros. También se recogerán datos oceanográficos y muestras de sedimento, las cuales permitirán estudiar la presencia de contaminantes en la zona.
Las campañas en el golfo de Cádiz no son una novedad. Se han venido desarrollando de forma sistemática y actualmente forman parte del Programa Nacional de Datos Básicos (PNDB), destinado a la gestión sostenible de los recursos marinos. Esta campaña cuenta con la cofinanciación de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (FEMPA). Los resultados de estas investigaciones alimentarán los análisis científicos que, posteriormente, se traducirán en recomendaciones para la gestión pesquera.
El buque Vizconde de Eza es una pieza clave en la investigación oceánica. Junto con otros buques como el Miguel Oliver y el Emma Bardán, conforma la flota de investigación de la Secretaría General de Pesca. Este buque, en particular, es considerado uno de los más sofisticados del mundo en su categoría. Con 53 metros de eslora y 13 metros de manga, está equipado con avanzada tecnología que le permite, entre otras cosas, mantenerse estático en un punto compensando condiciones adversas de oleaje o viento. Asimismo, cuenta con laboratorios especializados que facilitarán las investigaciones a bordo.
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