La hermandad no realizará su acostumbrada estación de penitencia en la tarde del Miércoles Santo ante los acuciantes problemas económicos que lastra a causa de la deuda que le ha dejado el proyecto de la escuela taller que promovió para afrontar la rehabilitación de su histórica capilla.
Sus cuentas bancarias están embargadas desde hace meses. También el almacén de la cofradía. Incluso ha sufrido cortes del suministro eléctrico y de agua por el impago de los recibos.
La decisión fue adoptada por la junta de gobierno en el transcurso de una reunión que mantuvieron en la noche del pasado martes y que presidió el director espiritual de la cofradía, con el que se ha consensuado la suspensión de la salida procesional.
La decisión será explicada a los hermanos el próximo día 23 de febrero, en un cabildo convocado a tal efecto.
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