Las olas de frío son especialmente sufridas por las personas más vulnerables. Con las bajadas de temperaturas, las personas en situación de calle sufren acusadamente las consecuencias. Para paliar todos los efectos que provoca en ellos y ellas esta situación, Cruz Roja cuenta con las Unidades de Emergencia Social (UES), encargadas de repartir entre las personas sin hogar comida caliente, ropa de abrigo si fuera necesario y lo más importante para estas personas: escucha y acompañamiento. El seguimiento diario que hace el voluntariado de Cruz Roja, durante todo el año, de las personas en situación de calle es uno de los aspectos más valorados por quienes se encuentran en esta situación.
En la provincia de Cádiz, las UES se ponen en marcha varios días a la semana en las ciudades de Algeciras, Jerez y Cádiz y atendieron en 2022 a un total de 1.429 personas sin hogar, de las cuales un 19% eran mujeres.
El recorrido de las UES es fijo y siempre a la misma hora ya que al vivir en la calle no existe un punto de encuentro en el que atenderles, sino que son las propias personas voluntarias de Cruz Roja las que recorren las calles de las ciudades en su búsqueda.
“Sobre todo necesitan que alguien les escuche, porque cuando les das un trato especial se vienen arriba”, destaca el voluntariado de Cruz Roja, “nos cuentan que han hecho en el día, y llegas a conocer por qué se encuentran en esa situación y es que a veces no hay quien hable con ellos en todo el día, y entablar esa conversación es un apoyo humano, y si no estamos nosotros, no hay nadie que se preocupe por ellos”.
Detrás de esa conversación, además se encuentra la tarea de identificar posibles problemas sociales y de salud, o cualquier otra situación que el voluntariado de Cruz Roja tiene presente en todo momento. Además de realizar la atención diaria, Cruz Roja se mantiene siempre alerta para la detección de nuevos casos: se realiza una búsqueda directa de las personas que se encuentran en la calle.
La entrega de productos de alimentarios, higiene, vestuario, elementos de abrigo como mantas o sacos de dormir, artículos sanitarios, o la cobertura de necesidades básicas son las atenciones más destacas que se desarrollan. En el caso de detectar casos susceptibles de atención más específica (sanitaria, social, etc..) se realizan las derivaciones oportunas para su correcta ayuda, disponiendo de protocolos diferenciados.
Más allá de la atención, los equipos de las ‘Unidades de emergencia social’ informan y orientan sobre todos los recursos existentes de los que pueden hacer uso para obtener más servicios y atenciones, contándoles a cuáles tiene derecho, con especial relevancia a los de atención de emergencia por situación de violencia de género o de protección a la mujer ante situaciones de exclusión residencial.
De manera paralela, existen una serie de puntos de referencia a la que pueden acudir las personas sin hogar a realizar sus demandas. Desde estos espacios, se desarrolla un trabajo más profundo de atención social, seguimiento y acompañamiento, para iniciar procesos de cambio de roles, empoderamiento, etc.
En general, se realizan actividades de información, orientación, mediación, asistencia, o capacitación, y en paralelo además se entregan ayudas económicas o de bienes básicos abarcando las áreas social, económica, sanitaria, la vivienda, el desarrollo personal, el ámbito jurídico, la relación formativa o el empleo, con un plan personalizado con objetivo de menor a mayor exigencia, y en función de las capacidades, necesidades y contexto de cada persona.
Con el frío, además de la atención a personas sin hogar, Cruz Roja pone también el foco en las personas que sufren falta de recursos para mantener la temperatura de sus hogares. Más de 200 familias de la provincia han recibido atención específica de Cruz Roja en el último año, a través del proyecto de ‘Pobreza Energética’. Además del pago de suministros, Cruz Roja realiza con estas personas una auditoría personalizada del consumo energético de sus hogares, se imparten cursos sobre eficacia energética doméstico y se les hace entrega de artículos que faciliten ese ahorro, como bombillas led, burletes, etcétera. En algunos casos se han realizado reparaciones en la vivienda para acondicionarlas y mejorar su eficiencia energética.
‘Yo me protejo’: consejos frente al frío
Sumado a estos colectivos especialmente vulnerables, Cruz Roja puso en marcha al comienzo del invierno la campaña ‘Yo me protejo’, dirigida a mejorar los hábitos saludables y evitar conductas de riesgo en la población relacionados con el impacto negativo de las bajas temperaturas.
- Si te encuentras mal, mantén la actividad que estés haciendo e intenta resguardarte mientras pides ayuda.
- Si una persona se encuentra mal:
- Vigila las constantes vitales.
- Cambia las ropas si están mojadas y abriga adecuadamente a la persona.
- Proporciona bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes (chocolate, café, té, etc.) ni alcohol.
- Coloca bolsas de agua caliente, debidamente aisladas para prevenir quemaduras; evita los baños y duchas calientes (implican riesgo de colapso) y no masajees las extremidades.
- Traslada a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible.
- Si está inconsciente aplica los protocolos básicos de primeros auxilios para el mantenimiento de constantes y consigue ayuda médica urgentemente
- Tu alimentación e hidratación.
- Bebe líquidos calientes, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica.
- Toma una alimentación variada y equilibrada que te aporten la energía necesaria para combar el frío (legumbres, sopa, etc.), consumiendo diariamente fruta.
- Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que reducen la vasodilatación periférica, aumentando la pérdida de calor corporal
- Tu vestimenta.
- Protege las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón, como: mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos.
- Usa ropa ligera, no apretada y que transpire (en lugar de ropa ajustada a la piel, utiliza varias prendas de ropa, una encima de otra, para que circule el aire y que éste funcione como aislante).
- Protege la cabeza, manos y pies.
- Emplea un calzado impermeable, antideslizante, cómodo y que no te apriete.
- En función de la actividad que vayas a desarrollar, viste ropa que también te proteja del viento y de la lluvia
- Organizando tus actividades en el exterior (calle, campo, etc.).
- Centraliza las actividades en el exterior durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura. Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de frío no olvides procurar:
- Resguardarte del frío y la humedad.
- Evitar la entrada de frío en los pulmones.
- Abrigarte con vestimenta y calzado adecuados, y tomar las precauciones oportunas ante el hielo.
- Si necesitas un bastón para caminar, cambia la pieza plástica del extremo inferior del mismo para prevenir los resbalones y caídas.
- Beber líquidos calientes y azucarados, evitando las bebidas alcohólicas.
- Permanecer en movimiento, pero evita realizar ejercicios físicos excesivos (porque el frío perjudica a la circulación sanguínea).
- Evitar transitar zonas de umbría, congeladas, etc.
En el hogar
- Permanece en las estancias más calientes (provistas de radiador, calefacción, etc.) o donde puedas abrigarte.
- Cierra las puertas, ventanas, persianas, toldos, cortinas.... evitando que las corrientes de aire o agua entren.
- Ventila diariamente las diferentes estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si utilizas braseros o chimenea
- Asegúrate del correcto funcionamiento de las estufas (eléctricas, de gas, etc.), mantenlas alejadas de tejidos o elementos inflamables, apágalas durante la noche.
- Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún recipiente con agua.
Durante los viajes
- Viaja en transporte público o, si lo haces en coche, en compañía.
- Infórmate de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o refugio.
- Evita, en la medida de lo posible, viajar en condiciones meteorológicas adversas.
- Revisa el vehículo previamente, asegurándote de su adecuado funcionamiento (neumáticos, frenos, luces, etc.) y de otros aspectos básicos como que el depósito está lleno, las cadenas y la batería del móvil cargada.
- Utiliza la calefacción, pero abre las ventanas periódicamente (cada 1 o 2 horas aproximadamente) para ventilar el interior unos segundos.
- Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo, bajando progresivamente la temperatura del interior.
- Cuando hagas un viaje largo descansa, lleva líquidos azucarados y calientes.
- Nunca dejes a niños/as ni a personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
o Y si habitualmente tomas medicación:
- Sigue tomando tus medicamentos y evita automedicarte, recurriendo en caso de duda a tu personal médico de referencia.
- Consulta a tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar
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