El pasado día 13 de julio, fruto de la colaboración entre la Guardia Civil y la Gendarmería Nacional Francesa, se detuvo al súbdito macedonio S.S. en la localidad francesa de Janzé. El detenido está considerado como uno de los integrantes de la organización criminal que en septiembre de 2004 asaltó la vivienda de Antonio Romero Núñez y su esposa, terminando con sus vidas debido a la violencia empleada contra los mismos.
En la madrugada del 23 de septiembre de 2004, un grupo de 4 hombres con manifiesta intención de robar, asaltaron una vivienda en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Allí se encontraban durmiendo Antonio Romero Núñez, conocido como “El Churrero”, de 78 años de edad y su esposa Manuela Núñéz Núñez de 79 años. El objetivo de los asaltantes era robar el dinero que el matrimonio tenía en una caja fuerte del inmueble. La violencia que emplearon fue tan extrema, que los golpes causaron la muerte inmediata de Antonio y provocaron lesiones graves a Manuela, la cual murió meses después a consecuencia de la agresión.
Uno de los hijos del matrimonio, fue quien los halló en la vivienda y alertó a la Guardia Civil y a los servicios sanitarios, quienes certificaron la muerte violenta de su padre y trasladaron a su madre al hospital en estado crítico. Los delincuentes habían registrado completamente la vivienda y se habían llevado unos 10.000 euros. Tras el levantamiento del cadáver se realizó una inspección ocular pormenorizada en la que se recogieron numerosos vestigios que han resultado de sumo interés para la investigación, destacando un pequeño reguero de sangre que uno de los asaltantes dejó en el muro por el que accedieron a la vivienda.
En 2017, tras 13 años de trabajo y seguir hasta 30 líneas de investigación diferentes, la Guardia Civil de Cádiz en el marco de la denominada operación "ALGORITMO" identificaba plenamente a los autores del asalto y asesinato de Antonio y Manuela, los cuales eran cuatro personas de origen balcánico que conformaban una organización criminal itinerante que durante más de 15 años operó en varios países europeos.
Una vez identificados a los mismos, se detuvo a dos de ellos en Sevilla y, gracias a sendas Comisiones Rogatorias Internacionales coordinadas por la Fiscalía de Cooperación Internacional, un tercero en Austria, y un cuarto en Francia. Este último, en el momento de la detención se encontraba cumpliendo condena en la prisión de Nantes por hechos similares a los que cometiera en nuestro país cuando estaba integrado en la organización de origen balcánico.
Tras esta intervención de la Guardia Civil de Cádiz en la que se dio por desarticulada la organización criminal responsable del denominado “crimen del Churrero”, se tuvo conocimiento que el integrante que se encontraba cumpliendo condena en Francia, con iniciales S.S., siendo consciente que tras cumplir la misma, iba a ser extraditado a nuestro país, se evadió de la acción de la justicia, siendo buscado por todos los cuerpos policiales franceses.
Es en ese momento, cuando la Guardia Civil retoma nuevamente la investigación, volviendo a colaborar activamente con las autoridades francesas, poniendo todo el conocimiento e información adquiridos durante más de 13 años de investigación, con el fin de volver a poner al huido a disposición de la justicia. Todos estos esfuerzos, cimentados en años de excelente colaboración, culminaron con la localización de la vivienda que utilizaba el fugado, el cual empleaba una identidad falsa para mantener el anonimato, en la región de Rennes. Con una intensa actividad de cooperación policial internacional entre la Guardia Civil y la Gendarmería Nacional francesa, tras un dispositivo especial de seguimiento y vigilancia, se procedía a su detención tras salir de un centro comercial de la localidad de Janzé (Francia).
Esta detención fue llevada a cabo el pasado día 13 de julio a las 19:20 horas, víspera de la fiesta nacional francesa, y participando en el operativo diversas Unidades Especiales de la Gendarmería Nacional francesa, altamente implicados en la detención del fugado.
Está previsto que en fechas próximas se produzca la extradición a nuestro país, para responder después de 17 años ante la justicia española por la muerte de Antonio y Manuela. Todo ello tras una intensa y comprometida actividad de investigación de la Guardia Civil de Cádiz que comenzó en 2004, la cual ha podido ser culminada con éxito gracias a la cooperación internacional desarrollada por el Cuerpo, muy particularmente con los cuerpos policiales de los países vecinos como la Gendarmería Nacional francesa.
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