En el pasacalles del carnaval de Trebujena, en la provincia de Cádiz, ha llamado la atención un hombre disfrazado de la popular atracción mecánica 'la olla'. El disfraz, con todo lujo de detalles, recrea el plato que gira, sobre el que va sentada una niña que es la que formaba el propio hombre disfrazado.
'La olla', también conocida como tagadá o cazuela, es una atracción mecánica que se encuentra en la mayoría de los parques de diversiones y ferias. Se trata de un plato giratorio en el que los participantes tienen que agarrarse fuertemente sin soltarse. Los movimientos bruscos que hace la atracción provocan que las personas salten o reboten, por lo que la regla más importante es no soltarse para no caerse.
A pesar de las advertencias, hay personas que prefieren estar paradas o bailando en el centro de la plataforma, a esta práctica se le llama 'tagadánce', y es practicada por gente que tiene experiencia o simples novatos.
El uso de 'la olla' puede causar hematomas, espasmos musculares en brazos y espalda, aunque son de forma temporal. En España, es común que la misma persona que controla la atracción también interactúe con los participantes mediante la voz, dando instrucciones para seguir el juego, utilizando para ello metáforas, burlas y pareados.
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