En un contexto marcado por el incremento significativo de las listas de espera sanitarias en Andalucía, dos figuras clave en la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía han presentado su dimisión. El viceconsejero Miguel Ángel Guzmán y el gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Diego Vargas, han renunciado a sus cargos alegando razones personales.
Este cambio en la cúpula del SAS ocurre en un momento especialmente crítico para el sistema sanitario andaluz. Los datos revelados anteriormente por la Junta de Andalucía, y hechos públicos por el Ministerio de Sanidad, indican que más de un millón de andaluces están en espera para operaciones quirúrgicas o consultas con especialistas. A junio de 2023, la cifra de pacientes pendientes de intervención quirúrgica era de 192.561, un incremento del 11% en comparación con el año anterior. Por otro lado, aquellos esperando cita para una consulta con un especialista sumaban 841.731.
La Consejería de Salud de Andalucía, bajo la dirección de Catalina García, había retrasado la publicación de estas estadísticas por un "problema técnico". Sin embargo, los datos actualizados muestran una situación alarmante: un aumento del 227,5% de pacientes fuera del plazo legal para ser operado.
Miguel Ángel Guzmán, quien hasta su renuncia fungía como viceconsejero de Salud, ha sido una figura prominente en la red sanitaria andaluza desde la llegada al poder de Juanma Moreno. Nombrado gerente del SAS en 2019, Guzmán fue ascendido a viceconsejero en julio de 2022. Es licenciado y doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga y cuenta con formación en Alta Dirección de Empresas y Alta Dirección de Salud.
Diego Vargas, por su parte, asumió la gerencia del SAS en agosto de 2022. Anteriormente, había ocupado el cargo de director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del SAS. Con una trayectoria de 17 años como facultativo especialista en el Hospital de Alta Resolución El Toyo (Almería), Vargas también ha desempeñado roles de liderazgo en sociedades médicas a nivel regional y nacional.
Estas dimisiones se producen en un momento de intensa presión política y social sobre el Gobierno andaluz, debido a las deficiencias del servicio sanitario. La oposición parlamentaria ha convertido la situación de las listas de espera y otros aspectos del sistema de salud en foco principal de sus críticas.
Las renuncias de Guzmán y Vargas plantean interrogantes sobre el futuro de la gestión sanitaria en Andalucía y cómo el Gobierno de Juanma Moreno abordará la creciente crisis en el sistema de salud, marcada por prolongadas listas de espera y desafíos en la prestación de servicios a los ciudadanos.
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