El desahucio programado para esta mañana de 28 de septiembre contra Verónica Rueda, una madre con dos niños menores de edad, ha sido finalmente paralizado. El hecho ha tenido lugar en la avenida del Guadalquivir, 22, donde se vivieron momentos de tensión entre familiares, amigos, vecinos que fueron a apoyar a la joven.
Verónica Rueda, gaditana de 31 años y madre de una niña de 12 y un niño de 4 años, había recibido una notificación de desahucio el día anterior por parte de la Policía. La vivienda, perteneciente a la Junta de Andalucía, es el lugar donde la mujer pasó gran parte de su vida. La orden de desalojo cayó como una auténtica bomba en la familia y su entorno, generando una ola de apoyo vecinal que se palpó intensamente en los alrededores del domicilio.
Antes de volver a su domicilio para la ejecución del desahucio, prevista a las 10:00 horas, Verónica acudió a la puerta del Ayuntamiento de Cádiz para hablar con el alcalde, Bruno García, antes de acceder al Pleno Municipal que se iba a celebrar minutos después. El regidor le volvió a insistir en que "iba a hacer lo posible para hablar con la oficina AVRA de la Junta de Andalucía" y le transmitió un mensaje de tranquilidad.
En los instantes previos a la hora marcada para el desalojo, el ambiente se tensó de manera notable. Familiares, amigos y vecinos se agolparon en las inmediaciones de la casa, formando un conjunto humano de solidaridad y repulsa ante lo que consideraban una medida injusta.
El apoyo vecinal no se hizo esperar. La indignación se sentía en el ambiente y muchos de los presentes exigían una solución que evitara el desalojo de la madre y sus dos hijos. Finalmente, y en circunstancias aún no del todo esclarecidas, la ejecución del desahucio se paralizó, permitiendo a Verónica Rueda y a sus hijos permanecer en su hogar.
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