La organización ecologista AGADEN ha tenido conocimiento de las labores de poda y/o tala que se están produciendo sobre los ejemplares del arbolado existente en el Instituto Hidrográfico en Cádiz.
Los ecologistas han recibido la voz de alarma de vecinos de la zona ante los destrozos que indican que están produciendo, información que contradice la supuesta justificación del Instituto Hidrográfico en el que indica que estas acciones se realizan por solicitud expresa de los vecinos. AGADEN-EA se ha dirigido al Comandante del Instituto Hidrográfico de la Marina, Capitán de Navío José Daniel González-Aller haciendo hincapié en la necesidad de no permitir la tala de dichos ejemplares así como solicitando información sobre las labores que se están realizando y la justificación de la misma sin obtener respuesta hasta la fecha.
En escritos dirigidos tanto al Ayuntamiento de la ciudad como al Ministerio de Defensa y al propio Comandante del Instituto Hidrográfico, AGADEN pone de manifiesto la importancia de esa arboleda que contribuye a realizar función de limpieza del aire, producen oxígeno, reducir el impacto del cambio climático y que aporta tanto alimento como refugio para la fauna.
Aunque estemos hablando de terrenos del Ministerio esta institución está presente en la ciudad desde hace 75 años siendo un enclave arbóreo de gran vitalidad e importancia para esta ciudad.
En el seguimiento de fauna que llevan a cabo los ecologistas en la ciudad se ha constatado la presencia de un listado de más de 30 especies de aves en este recinto, las cuales usan este conjunto de árboles como zona de descanso en paso migratorio como el águila calzada (Hieraaetus pennatus), zona de cría como el verderón común (Chloris chloris) o refugio como las lavanderas blancas (Motacilla alba) cuando regresan a la ciudad de Cádiz cada invierno. Además de aves, existe otro grupo que ha sido constatado su presencia en dicho recinto como son los quirópteros. Entre dos y tres especies de quirópteros han sido identificados en esa zona, dos de los cuales pueden usar elementos arbóreos también como refugio.
Los ecologistas advierten que en el artículo 7.2 de la Ley 8/2003 de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, de la Junta de Andalucía se deja claro a): “Queda prohibido… Dar muerte, capturar en vivo, dañar, perseguir, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres sea cual fuere el método empleado, en particular durante el período de reproducción, crianza, hibernación y migración, recolectar sus larvas o crías, alterar o destruir sus hábitat, así como sus lugares de reproducción y descanso”.
AGADEN añade que los árboles no sólo aportan un beneficio directo a la ciudad a través, por ejemplo, de reducir la radiación y la contaminación ambiental, sino también un beneficio indirecto permitiendo que múltiples especies, entre las que se incluyen especies controladoras de plagas como aves y murciélagos, encuentren en la ciudad un sitio donde refugiarse
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