Otro de los ciudadanos que tomaron la palabra en el Pleno Ordinario de agosto fue José Fernández, y cuenta un problema que tuvo hace 20 años, muestra una edición del Diario de Cádiz en la que en portada figura una foto esposado en la puerta de un bar.
Explica que hace 20 años era el propietario del bar 'El Adobo' y cogió un kiosco de madera en San Juan de Dios que le costó 750.000 pesetas, y que abría los cuatro meses de verano. Tras pagar el primer año y el segundo, ya en el tercer año cuando fue a pagar la concesión de dicho kiosco, en el Ayuntamiento le indicaron que tenía que pagar también las tasas de mesas y sillas. Al negarse a pagar las tasas de mesas y sillas, el Ayuntamiento ya no le quería cobrar la tasa de concesión de dicho kiosco. Fernández indica que "el kiosco me lo adjudicaron en el año 1995 y yo no debía nada a la Tesorería, ni Hacienda ni al Ayuntamiento".
En su intervención asegura que "a Blas Fernández no lo metí en la cárcel porque no tenía 2,5 millones de pesetas porque era aforado y yo tenía que depositar en el Juzgado 2,5 millones de pesetas para meterlo preso".
Asegura que perdió el bar por la depresión que cogió tras las calumnias que "Blas Fernández levantó sobre mí, porque estuve saliendo en el periódico durante 3 semanas".
Ahora tras los 20 años, indica que se ha jubilado con una pensión de 800 euros "y ahora se han metido para quitarme el dinero de la jubilación", comenta entre sollozos y lágrimas.
Indica que "el Ayuntamiento tiene un aval que deposité para la adquisición del kiosco de 300.000 pesetas" y se queja de que ellos no han hecho efectivo ese aval "y yo sin embargo la deuda que dejé en el Ayuntamiento que fueron 400.000 pesetas".
Acusa a Blas Fernández de engañarlo, y asegura que "Blas Fernández me dijo que me olvidara de esa deuda, pero se le olvidó decírselo a la Ejecutiva de quitarlo".
Muestra un documento en el cuál se indica que José Fernández debe por Vía Ejecutiva un total de más de 20.000 euros y se pregunta "cuando voy yo a pagar eso".
Fernández pide que le quiten el embargo de la Tesorería, ya que le retienen todos los meses 50 euros "y cuando tengo paga extraordinaria otros 50 euros más".
Para terminar, ruega que "mientras se aclara esto pido que me quiten el embargo de mi pensión", y culpa de toda esta situación a Blas Fernández, del que indica que "sale mucho en las procesiones, pero no tiene dos dedos de corazón".
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