El Movimiento Vida Ascendente cerró el curso 2024-2025 con un encuentro espiritual celebrado el 30 de mayo en la Iglesia Conventual de Santo Domingo, en Cádiz. Ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de la ciudad, los participantes vivieron una jornada cargada de simbolismo, que les permitió ganar el Jubileo y las indulgencias correspondientes al año jubilar. En un ambiente de recogimiento, reflexión y fe, el acto reunió a miembros del Movimiento llegados desde distintos puntos de la provincia.
Desde las 10:00 horas, el padre Pascual Saturio, prior de los Dominicos, y el padre Valentín Vivar, consiliario del Movimiento, ofrecieron el sacramento de la Penitencia a quienes deseaban cumplir con los requisitos para obtener el Jubileo. El altar estuvo presidido por una pancarta alusiva al Jubileo, aportada por el grupo San Francisco Javier, que recordó el sentido espiritual de la jornada.
El padre Pascual ofreció una explicación histórica del convento dominico, desde su fundación hasta la actualidad, que culminó con una exposición detallada del retablo mayor y sus elementos artísticos y devocionales.
La jornada comenzó con una oración a la Virgen del Rosario, en la que se agradeció la acogida en su templo y se pidió protección para los miembros del Movimiento.
Durante el encuentro, la presidenta del Movimiento, María Luisa, dirigió unas palabras de agradecimiento a todos los asistentes, haciendo una mención especial a quienes se desplazaron desde distintos municipios de la provincia. También lamentó la ausencia de los grupos de Algeciras por razones logísticas y anunció que dejará su cargo al inicio del próximo curso por motivos de salud. María Luisa animó a los miembros del Movimiento a reflexionar durante el verano sobre su posible relevo.
La tesorera, Milagros, expresó su preocupación por la situación económica del Movimiento debido a la disminución de las aportaciones por parte de los grupos, única fuente de ingresos. Solicitó colaboración para poder afrontar los gastos necesarios para el funcionamiento de la organización.
Posteriormente, los asistentes se dividieron en cuatro grupos de trabajo para compartir reflexiones sobre las preguntas “¿Qué te ha aportado la llegada al grupo?” y “¿Cómo es la relación entre tu párroco y el grupo?”. En la puesta en común, se valoró positivamente el aporte espiritual y humano de la integración en Vida Ascendente. Respecto a la relación con los párrocos, la mayoría indicó una buena conexión, aunque algunos participantes señalaron sentirse ignorados en sus parroquias.
A continuación, se celebró la Eucaristía, presidida por el padre Valentín Vivar y concelebrada por el padre Pascual Saturio, en un clima de recogimiento y celebración.
La jornada concluyó con un almuerzo fraterno, en el que los miembros de los distintos grupos compartieron mesa, conversación y alegría, reforzando los vínculos que los unen dentro del Movimiento.
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