La eurodiputada de CS y portavoz de Industria en el Parlamento Europeo, Susana Solís, ha defendido el papel del cuero en la nueva Estrategia europea de textiles sostenibles que ha lanzado la Comisión Europea, un sector que es clave en comunidades como Andalucía y especialmente en su serranía de Cádiz, que lidera las exportaciones de marroquinería.
Susana Solís ha sido negociadora en el Parlamento Europeo por parte de Renew Europe de esta Estrategia, que ha sido aprobado recientemente en la Comisión de Industria y será ratificada en un próximo Pleno de la Eurocámara. La Comisión Europea ha lanzado esta estrategia para reducir las emisiones del sector textil y avanzar hacia una industria de desperdicio cero, con prendas más duraderas y reciclables. También mejorará la información a los consumidores sobre el material de las prendas, su reciclaje e impacto ambiental, evitando la publicidad engañosa.
El trabajo de Susana Solís se ha centrado en introducir medidas que ayuden a las empresas en esta transición y en asegurar que los fondos de recuperación se dediquen también a esta industria clave en Europa, para que siga siendo líder. "Es fundamental que no solo avancemos hacia un modelo más sostenible medioambientalmente, sino que también sea sostenible económicamente. España en concreto tiene un gran potencial en el sector textil, con líderes mundiales en la moda, grandes fabricantes, diseñadores y líderes en reciclaje y circularidad, donde nos diferenciamos por la calidad y la innovación en los productos”, ha expuesto.
Con respecto al cuero, Susana Solís ha defendido que sea incluido en esta Estrategia ante las propuestas de la izquierda contra el uso de materiales de origen animal que no sean sostenibles. “Hemos logrado que el cuero siga considerado como parte de la industria textil, con un papel importante en la sostenibilidad y la circularidad de los textiles. Hemos trabajado para que las enmiendas de los grupos de izquierda no modificaran la propuesta e impidieran el uso de este material, estableciendo por supuesto garantías para una producción responsable tanto dentro como fuera de Europa”, ha expuesto Solís.
La industria del cuero es un importante sector en Andalucía, donde la marroquinería es una industria de alta calidad reconocida internacionalmente. La comunidad andaluza acoge al 28,5% de estas empresas españolas, con la serranía de Cádiz a la cabeza. El 75% de la producción de marroquinería de esta zona gaditana se exporta y cuenta con Ubrique como referente para las grandes firmas de la moda. En el conjunto de España, según los datos de Asefma de 2022, casi el 20% de la producción de marroquinería son artículos de lujo y el 43% se consideran de gama alta.
Precisamente, esta iniciativa ha sido valorada de forma muy positiva por concejal y portavoz de CS en el Ayuntamiento de Ubrique, Jorge Oliva. “La defensa de Susana Solís ha sido fundamental para no dejar fuera de esta estrategia a nuestro sector”, ha relatado. Así, ha recordado que desde CS Ubrique han mantenido frecuentes reuniones con representantes en el Parlamento Europeo “para que conocieran de primera mano la importancia del sector de la piel”. “Trabajamos para que Ubrique reciba la indicación geográfica de origen protegida”, ha manifestado, resaltando, a su vez, que “debemos hacer hincapié en que se trata de una estrategia para reducir las emisiones del sector y avanzar hacia una industria de desperdicio cero”. Se trata, según Oliva, de una “cuestión cada vez más relevante y que solicitan las marcas, de hecho, se está trabajando en Ubrique en colaboración con la Universidad de Cádiz”. Para el dirigente de CS en este municipio gaditano, “es importante seguir avanzando en en este tipo de estrategias y lograr que la piel de Ubrique se considere parte de la industria textil es fundamental en materia de sostenibilidad, puesto que en la negociación se ha introducido un apoyo especial para las pymes”, lo que supone, según edil de CS, que las empresas marroquineras podrán acceder a ayudas en materia de sostenibilidad una vez se ponga en marcha esta estrategia. “Frente a lo que pretendían los partidos de izquierda, es decir, dejar fuera la piel de estas estrategias, los liberales han logrado que se incluya”.
Durante los meses de tramitación parlamentaria de esta Estrategia, Susana Solís ha mantenido múltiples reuniones con empresas y organizaciones de la industria textil española para poder trasladar sus necesidades, un sector muy amplio y diverso que incluye, por ejemplo, a los productores de ropa de trabajo y de seguridad.
“Hemos tenido en cuenta las necesidades del país y de comunidades como Andalucía, donde la industria textil tiene un importante peso y son líderes en productos de calidad a nivel mundial”, ha explicado Solís, que también ha defendido la producción de algodón frente a la intención de otros grupos de que se considere como no sostenible. Se trata de un sector de peso también en Andalucía, que está sufriendo además las consecuencias de la actual sequía y necesita apoyo.
Según los datos del INE de 2022, en Andalucía se encuentra el 13,34% de las empresas textiles del país, sólo por detrás de la Comunidad Valenciana (23,09%) y Cataluña (21,27%). El conjunto del sector del textil, cuero y calzado andaluz cuenta con 2.600 industrias y unos 10.500 empleos, con una cifra de negocio de casi 750 millones de euros.
Otro aspecto clave para CS en la negociación ha sido introducir un apoyo especial para las pymes, que suman buena parte del tejido empresarial andaluz y español. “Hemos logrado más ayuda para ellas, con requisitos de transparencia diferenciados y menor burocracia, porque no tienen los recursos de las grandes industrias. También se van a crear guías para ayudarles en la transición hacia la circularidad y la implementación del pasaporte digital, entre otras medidas”, ha señalado Solís.
Además, a propuesta de la eurodiputada liberal se va a apoyar el lanzamiento de ‘hubs’ regionales en zonas de alta especialización, lo que ayudará al intercambio de información, a crear centros de formación para cumplir los nuevos estándares medioambientales, a crear nuevos tejidos e hilos reciclados, así como a fomentar la clasificación y reciclaje de productos para avanzar hacia una industria de desperdicio cero.
Susana Solís también se ha centrado en defender a los productores españoles y europeos frente a la competencia desleal. Ha luchado por reforzar los mecanismos de vigilancia de la competencia externa y de los productos que no cumplan con la normativa europea, incluidos los conocidos gigantes de la compra online, que deberán cumplir los estándares europeos.
“Hemos hecho un llamamiento claro a la Comisión para mejorar el posicionamiento de nuestros productos textiles y de calzado, es fundamental frenar el dumping energético, ambiental y social y que los estándares sociales que se dan en Europa se deban respetar en todo el mundo. Se acaban de cumplir 10 años de la tragedia del Rana Plaza en Bangladesh, en el que murieron casi 1.200 personas. Que no se nos olvide nunca”, ha explicado Susana Solís.
APOYO A UN SECTOR EN TRANSICIÓN
El objetivo de CS ha sido ayudar en todo lo posible a la industria textil a realizar esta transición que busca la Unión Europea para reducir su impacto ambiental. El consumo de textiles en la Unión generó alrededor de 654 kilos de emisiones de CO2 por persona, lo que supone el 5% de las emisiones totales de la UE. Los europeos usan casi 26 kilos de textiles y desechan unos 11 kilos cada año. La mayoría de los residuos textiles se incineran o se depositan en vertederos, lo que contribuye a la contaminación del aire, el suelo y el agua. A nivel mundial, menos del 1% de la ropa se recicla como ropa.
El sector textil, además, ha sido uno de los más afectados por la invasión rusa a Ucrania por la caída de la demanda y el aumento de los costes. Así, el índice de precios industriales del sector textil subió un 12,4% en febrero de 2022 respecto al año anterior, el mayor incremento desde 1995. La guerra en Ucrania también ha dificultado el acceso a los mercados del este de Europa, donde el sector textil tiene una importante presencia.
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