El Grupo Socialista de la Diputación llevará al próximo Pleno una propuesta para que la Junta de Andalucía implante en los centros de atención primaria profesionales de Psicología y Enfermería, de forma que los casos de trastornos psicosociales se puedan abordar mediante personal especializado. La misma iniciativa persigue el refuerzo de los equipos profesionales de la red de recursos en salud mental; la creación de una comisión que participe en la metodología para implantar estas nuevas figuras profesionales y, en casos graves, el canal de derivación a los servicios especializados; y la inclusión de una partida económica específica en los Presupuestos de Andalucía para 2023 que haga posible llevar a cabo todas estas medidas.

La propuesta, hecha pública con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, recuerda que el artículo 22.3 del Estatuto de Autonomía para Andalucía señala la necesidad de prestar una atención sanitaria a las personas afectadas por problemas de salud mental, si bien la sobrecarga de las agendas de los médicos de atención primaria ha complicado el abordaje de todas las patologías y especialmente las relacionadas con el sufrimiento psicosocial, que a su vez se han visto agravadas por los efectos de la pandemia. Además, a este escenario general de la atención primaria hay que sumar que la red de recursos de salud mental no cumple con su vocación comunitaria. La escasez de medios profesionales a los que está sometida se traduce en largas listas de espera y en tiempos de demora que llevan a la ineficacia del sistema y de los posteriores tratamientos. 

Los trastornos emocionales o trastornos mentales comunes como depresión, ansiedad y los denominados trastornos somatomorfos (grupo de enfermedades caracterizadas por molestias diversas, difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una lesión orgánica) son muy prevalentes, implicando un gran impacto personal, familiar y sociolaboral, al tiempo que ocasionan un elevado gasto público. De ahí que la mejor inversión en salud mental sea, precisamente, el aumento de profesionales de la psicología y la enfermería especializada en la atención primaria, de forma que sea posible abordar los problemas desde su inicio, mantener una continuidad y, en los casos más graves, efectuar una adecuada derivación que asegure un seguimiento ágil y eficaz.

Diversos estudios cuantifican los casos de trastornos mentales entre el 20 y el 55% de la demanda total, adulta y pediátrica, de citas recibidas por los médicos de atención primaria tanto en nuestro país como en los de nuestro entorno, lo que da idea de la necesidad de contar con personal especializado en este ámbito. Además, hay que tener en cuenta que en la última década ha descendido la ratio de psicólogas y psicólogos por cada 100.000 habitantes, situándose en apenas cuatro, cuando las recomendaciones y los estándares internacionales de calidad la elevan a once. 

En los últimos años, junto al aumento del número de trastornos de ansiedad y depresión, así como de suicidios, se ha producido también un incremento del consumo de fármacos relacionados con la ansiedad, la depresión y el insomnio. Y el número de casos de personas que padecen problemas de salud mental ha ascendido por el impacto de la Covid-19, agravado por la crisis económica, el desempleo, el estrés, el nuevo entorno de incertidumbre, los cambios en la forma de vida… En España, la preocupación por la salud mental ha aumentado en 16 puntos respecto al año pasado y se sitúa en el 51%, por encima del cáncer, que con el 49% es la segunda cuestión que más preocupa a los españoles. Según el mismo estudio, en 2018 en España la salud mental solo era importante para un 23% de las personas.

La Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud propone líneas maestras en este sentido, reconociendo y enfatizando el papel protagonista de las intervenciones en esta materia desde el ámbito de la atención primaria. El Plan de Acción 2021-2024 de Salud Mental y COVID-19, dotado con 100 millones de euros, recoge la mejora de la atención a la salud mental en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud, tanto en atención hospitalaria como primaria. Finalmente, el 28 de septiembre, en cumplimiento del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, el Consejo de Ministros acordó transferir a las comunidades autónomas 175 millones de euros adicionales. Andalucía ha resultado la más beneficiada, con 32 millones de euros, 16 de los cuales tienen carácter finalista para, entre otras cosas, mejorar la calidad asistencial. Por ello, la Junta debe hacer buen uso de los fondos ya transferidos y los que se transferirán para fortalecer la salud mental, e impulsar la implantación de la figura del psicólogo y la psicóloga en la atención primaria.

 


 

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