Ildefonso y Carmen es un matrimonio que desde el año 1973 reside en una vivienda que se encuentra ubicada en las dependencias del Convento de las Capuchinas de San Fernando, donde realizan funciones de conserjería, limpieza, asistencia a las monjas, reparaciones y conservaciones de las instalaciones.
Toda su vida han estado vinculados a la Iglesia y al Convento, sus hijos han nacido allí, pero tras la salida de las religiosas del lugar el Obispado de Cádiz ha requerido al matrimonio a que abandone la que ha sido su vivienda habitual, sin tener otra donde vivir, tal y como recoge religiondigital.org.
La fecha de recepción del burofax fue en el mes de noviembre de 2018 y en este mes de marzo se ha celebrado el juicio, ya que el caso se ha llevado a la justicia, sin que haya sentencia hasta la fecha.
El 19 de junio de 2019 el Obispado de Cádiz se enfrentará a un nuevo juicio laboral para determinar la extinción del contrato de Carmen, del que se reclama una indemnización por despido, la permanencia en la vivienda o que se le abone un alquiler, ya que existe un acuerdo entre la abadesa y los dos trabajadores, donde se recoge la relación laboral y la fecha de efectos de dicha relación, que se presentará como prueba en el juicio.
El único intento de acuerdo antes del juicio fue el ofrecimiento de 12.000 euros, cantidad que fue rechazada por Carmen, entendiendo que se encuentra muy alejada de lo que debe percibir después de haber estado vinculada laboralmente con el Convento durante más de 45 años.
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