Miguel Ángel Ibarra Marín ha regresado a Medina Sidonia con el objetivo de demostrar a sus vecinos que fue ordenado y es sacerdote, en contra de la versión de la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquía, en Colombia.
Ibarra, en una rueda de prensa celebrada en el Restaurante Hotel La Vista de la localidad gaditana, comenzó la rueda de prensa aclarando que "estoy haciendo lo que me corresponde, defendiéndome. No puedo esconderme, yo soy sacerdote y tengo todos mis documentos", aseguró, aclarando que ya ha enviado toda la documentación a Roma para que atestigüen su ordenación.
Relató el colombiano el día en el que le comunicaron su incidencia. "Vinieron dos sacerdotes del Obispado cuando me estaba preparando para la eucaristía de las siete de la tarde. Fueron un poquito duros en su lenguaje, me dijeron que les había llegado un decreto que decía que no era sacerdote y que debía abandonar la parroquia y la comunidad y regresar a Colombia inmediatamente. Pensé que había un error, fue una sorpresa terrible, tuve que salir como un criminal de mi parroquia y de España", recordó.
Ibarra viajó a Colombia, se reunió con el arzobispo y no entiende que después de siete años se decidiera a repasar su documentación. "Eso no pasa así como así, tuvo que haber pasado algo", señala.
Según la documentación que ha aportado consta su ordenación como sacerdote el 4 de enero de 1998 por el arzobispo de Tunja, Augusto Trujillo Arango. Un acta que no acabó en registro y en 2007 falleció este arzobispo.
Recuerda que en Colombia "era un sacerdote muy cercano al obispo y desempeñé cargos importantes". Cuando fue enviado a España para una misión de cooperación primero ejerció en Jimena de la Frontera durante diez meses y posteriormente en Medina Sidonia, donde ha estado apenas dos meses, ganándose el cariño de los vecinos del pueblo.
"Tenía una gran deuda de gratitud con Medina", afirmó.
Ahora espera que el Vaticano resuelva su expediente y mientras regresará a Colombia para "retomar mi carrera artística" o si encontrara "cualquier oficio" allí o aquí en España, mientras no pueda ejercer de sacerdote.
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