La secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, junto al candidato al Congreso, Juan Carlos Campo, han advertido hoy en rueda de prensa de que "los próximos van a ser cuatro años cruciales, después de cuatro años de recortes sin piedad y de medidas antisociales". Por eso, ambos han pedido el respaldo para el PSOE, según la secretaria general, "porque la provincia no puede permitirse por más tiempo un Gobierno insensible hacia el problema del desempleo", y en palabras del magistrado, "porque el 20D nos jugamos nuestro modelo de convivencia".
"Solo resta una semana para las próximas elecciones generales, apenas cinco días de campaña para establecer el futuro inmediato de este país, en las que van a decidirse qué sucederá con las políticas sociales como la educación y la sanidad, con el estado del bienestar, con el sistema de pensiones, con la dependencia, con los cada vez menos derechos de los trabajadores, con la menguante protección de los desempleados", ha expuesto García que ha pedido a sus compañeros en la provincia "redoblar esfuerzos en estos próximos cinco días".
"Los socialistas sabemos muy bien lo que está en juego, y lo necesario de pelear hasta el último segundo del partido por tratar de revertir una situación que algunos dan por hecha y ante la que no nos resignamos. Ni España ni la provincia de Cádiz se puede permitir ni un minuto más de desprecio, de castigo ni de marginación", ha dicho.
La dirigente socialista ha asegurado que "estamos dispuestos a poner toda la carne en el asador" y en este punto ha precisado que "hoy mismo, los socialistas gaditanos vamos a estar acompañados por la secretaria general del PSOE de Andalucía y presidenta de la Junta, Susana Díaz, quien durante todo este tiempo ha encarnado la apuesta por la igualdad de oportunidades, por el mantenimiento de las políticas sociales y la dependencia contra el viento y la marea de la derecha y que debería de haber sido el espejo en el que se mirase Rajoy".
Respecto a las encuestas que recoge la presencia parlamentaria de fuerzas emergentes, García ha dicho "que más bien van a ser efervescentes, porque se están diluyendo presas de sus propias contradicciones como, en el caso de unos, querer asaltar los cielos sin ser capaz de tener los pies en el suelo" y otros "que tratan de esconder su ideología, pero no puede ocultar su inevitable querencia hacia la derecha".
Irene García ha descrito el panorama político que se presenta ante este país y ante esta provincia con "un PP que solo ha necesitado cuatro años para desmantelar lo que se necesitó más de 30 en construir; dos fuerzas que son presas de sus urgencias en busca de su propia aritmética electoral y un PSOE renovado pero que sigue encarnando lo que siempre fue: el partido que ha impulsado todos los avances sociales que ha experimentado este país como la sanidad, educación, pensiones, dependencia...".
"Por eso, en estos cinco días que restan hasta el final de la campaña electoral, los socialistas gaditanos vamos a multiplicarnos en nuestro contacto con la ciudadanía, en nuestra presencia en los barrios, en las calles, ante las asociaciones, ante los colectivos, en los centros de trabajo... Quedan cinco días para movilizar a una parte muy importante del electorado, al que las encuestas consideran aún como indecisos, y que puede tener en su mano el futuro de esta provincia y de este país", ha subrayado Irene García que anuncia hasta más de 40 actos a lo largo de la semana.
"Y vamos a hacerlo además con la cabeza muy alta, algo que no podrán hacer otros partidos", ha dicho comparando la trayectoria intachable del magistrado Juan Carlos Campo frente a Teófila Martínez, "quien aparecía en los papeles de Bárcenas y que anunció a bombo y platillo que iba a querellarse contra el periódico que los publicó y contra el propio ex tesorero del PP, sin que nada más se haya sabido de aquel amago y de sus lágrimas de cocodrilo ante los medios de comunicación abogando por una dignidad que luego no ha defendido en los Tribunales y a María José García-Pelayo, la ex alcaldesa de Jerez bajo sospecha que el PP debió acoger precipitadamente en la Diputación Permanente del Senado para aforarla ante una posible imputación como consecuencia de su implicación en la trama jerezana de la Gürtel".
Así, ha insistido "en el nulo espíritu de regeneración del PP, que entiende las listas electorales en virtud del reconocimiento de no se sabe muy bien qué méritos a ojos de sus propios intereses partidistas, y no a tenor de la potencialidad de trabajo en beneficio de la provincia".
Por su parte, el candidato del PSOE al Congreso ha abundado en que "el próximo día 20 nos jugamos nuestro modelo de convivencia, qué tipo de democracia queremos y entre sus pilares, hay que abordar cuestiones tan dispares como la igualdad, la integridad y unidad del país, o la separación de poderes y sus mecanismos para garantizarlos".
En su intervención, Campo se ha centrado en tres propuestas que hacen referencia a la igualdad, las instituciones del Estado y la integridad de España que "está más en peligro que nunca".
Respecto a la igualdad, el candidato del PSOE ha criticado la postura negacionista de Ciudadanos que pretende reformar la Ley de Violencia de Género para acabar "con la asimetría penal por cuestión de sexo". "Olvida el señor Rivera que la violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Negar la definición de violencia de género es ir tanto contra la ley en vigor como contra los documentos de NNUU y la UE", ha explicado para resaltar que "la violencia de género se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad, el mayor ejercicio de desigualdad entre mujeres y hombres" y por eso, la propuesta de Ciudadanos "es incompatible con la democracia y contrario a lo dictado por el Tribunal Constitucional".
"Con casi 800 mujeres asesinadas desde 2003 no se puede hablar de violencia doméstica. No eran bastantes los recortes del PP y ahora vemos que se quiere cambiar una Ley Integral que ha sido un paradigma", ha enfatizado. Frente a ello, ha presentado algunas de las medidas que propone el PSOE como reponer las partidas presupuestarias hoy abandonadas, crear un fondo de apoyo en los ayuntamientos para dar refuerzo a la red de servicios públicos; poner en los juzgados especializados el acompañamiento judicial personalizado para hacer accesible la información a las mujeres víctimas; la publicación de la lista de maltratados con sentencia firme, un protocolo de intervención para mujeres que han retirado la denuncia, activar el Plan Nacional de sensibilización y prevención, reformar la legislación en materia de familia y menores para garantizar la obligatoria suspensión del régimen de visitas de los maltratados condenados, rechazar la custodia compartida en supuestos de violencia de género y ampliar las disposiciones preventivas.
En lo que respecta a las instituciones del Estado, el magistrado también ha reprochado a Ciudadanos que "la crisis institucional la resuelva rápido, solo suprimiendo órganos como el CGPJ o el Senado porque no funcionen bien". "El CGPJ es, en nuestro país y en los de nuestro entorno, un órgano Constitucional de doble dimensión; de un lado, es órgano de gobierno del poder judicial y, de otro, instrumento de garantía de la independencia judicial", ha subrayado. Sobre el Senado, el jurista la idea de suprimirlo por parte de Ciudadanos pretende "una revisión institucional a la baja, debilitando el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos". En contraposición a la propuesta de C's, el candidato socialista ha abogado por reformarlo, adelgazarlo y convertirlo en lo que todos entienden que debe ser, una Cámara de adscripción territorial".
Por último, en relación a la unidad del Estado, Campo ha manifestado que "frente a la inacción del PP, Podemos se descuelga con el reconocimiento del derecho a decidir de los catalanes yendo sin pudor contra la Constitución y la doctrina del Tribunal Constitucional que, en la sentencia de hace unos días, volvió a consagrar el principio de lealtad constitucional y el deber de fidelidad a la Constitución". Conforme al TC, el magistrado resuelve que "no cabe contraponer legitimidad democrática frente a legalidad constitucional en detrimento de esta última". "Sin conformidad con la constitución no puede predicarse legitimidad alguna. En una concepción democrática del poder no hay más legitimidad y la funda de la Constitución", arguye.
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