La mosca negra, una especie nativa en España, se está convirtiendo en una preocupación creciente en diversas comunidades autónomas. Aunque esta mosca siempre ha formado parte de nuestra fauna, los efectos del cambio climático y mejoras en la calidad del agua de los ríos están favoreciendo que su presencia se incremente notablemente. Especialmente en Andalucía, donde se ha detectado un nivel alto de este insecto.
Estos diminutos animales, que miden entre tres y seis milímetros, no pican, sino que muerden, dejando una dolorosa marca en la piel. A pesar de su pequeño tamaño, sus mordeduras pueden provocar heridas inflamadas que pueden llegar a infectarse, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a instar a la población a estar alerta. Según expertos de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), la mosca negra tiene una boca en forma de sierra que causa una herida en la que inocula su saliva. Esta mordedura puede tardar horas en manifestarse debido al anestésico que inyectan, retrasando su tratamiento.
Es especialmente preocupante que, en su mayoría, las hembras sean las causantes de estas mordeduras, ya que requieren sangre para desarrollar sus huevos. Además, un solo individuo puede morder varias veces en un único ataque. Estas mordeduras, además de dolorosas, pueden persistir durante una semana y en personas con alta sensibilidad pueden causar reacciones alérgicas.
Pese a la preocupación creciente, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha destacado que, aunque las mordeduras son dolorosas, la mosca negra no transmite enfermedades en nuestro país.
El director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), Jorge Galván, ha señalado la necesidad de actuar de forma preventiva. Propone centrarse en las larvas antes de que se desarrollen y recomienda el uso de insecticidas biológicos para reducir el impacto ambiental. Además, Galván advierte que la población deberá acostumbrarse a la presencia de este insecto en los próximos años debido al cambio climático.
En relación a su prevención, desde SEMES aclaran que las pulseras antimosquitos no son la solución más efectiva. En cambio, sugieren que el mejor repelente contra la mosca negra es el DEET (Dietiltouamida) a altas concentraciones.
Andalucía, junto con otras comunidades como Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Madrid, debe enfrentarse y adaptarse a esta situación, buscando medidas eficaces para minimizar el impacto de la mosca negra en la población.
Envíanos tus vídeos, fotos, denuncias y noticias por WhatsApp (645 33 11 00)