Brazo de silicona / museummannequins.com

El ingenio humano no tiene límites, aunque en ocasiones roce el esperpento.

En Italia se investiga el caso de un hombre de 50 años de edad, vecino de la localidad de Biella, que está situada en la región de Piamonte, que intentó ir a vacunarse contra el COVID-19 con un brazo de silicona falso.

El hombre se presentó en el centro de vacunación para ser inoculado de una de las dosis a fin de poder obtener el certificado COVID-19 para poder viajar o acceder a locales comerciales y su actitud hizo sospechar a una enfermera, que se dio cuenta de que el brazo del hombre tenía una textura extraña, tal y como ha relatado la propia enfermera al diario La Repubblica.

El hombre ha sido denunciado por la gravedad de lo sucedido.

El Gobierno de Italia ha decretado que la vacunación sea obligatoria para trabajadores sanitarios, profesores, policías o militares.

 


 

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