Entre lágrimas y muy compungido, el padre del joven Samuel asesinado en en La Coruña, Maxsoud Luiz, ha recordado en Espejo Público (Antena 3) la figura de su hijo, como un chico que "nunca nos dio problema y nunca en su vida se metió en peleas, ni llegó embriagado a casa ni tomaba drogas. Era un chico amoroso, cariñoso, amigo de sus amigos y amigo de sus padres".
Explicó que aquella noche "mi hijo salió de casa para cenar con tres amigas, salió fuera y fue a hacer una videollamada para hablar con una compañera y parece que había uno que no le gustó, mi hijo intentó evitarlo porque él siempre evitó los problemas".
Considera que estos momentos están siendo "duros" porque "se han hablado tantas cosas que nunca supimos. Si mi hijo sea una cosa o dejó de ser es cosa de él. La familia nunca era de hablar estas cosas porque él era reservado en su forma y en sus pensamientos".
Agradeció los mensajes de cariño en las redes sociales y realizó una petición a los manifestantes que se concentren por las ciudades de todo el país: "Me gustaría pedir que quitemos las banderas y que quitemos a los políticos. Vamos a hacer una cosa mejor, que cada joven que vaya allí y cada padre y madre vaya a un supermercado y compre un paquete de arroz o un kilo de azúcar o sal y se llame a Cruz Roja para que lo reparta para quien lo necesite. Eso sería lo que más nos alegraría a la familia", añadiendo que "él ayudaba a todo el mundo y así quedaría contento". Y fue categórico sentenciando que "no quiero que mi hijo se convierta en un símbolo de nada".
Pidió al padre del hijo que haya cometido el asesinato que "vaya a Comisaría y lo entregue y que asuma sus consecuencias" y agradeció tanto la atención del 061 como del personal del hospital que atendió a Samuel.
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