La Junta de Andalucía ha presentado el Plan Estratégico Andaluz para el Abordaje de las Hepatitis Víricas 2024-2030 (PEAHEP), aprobado por el Consejo de Gobierno en julio de este año. El plan fue dado a conocer por la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, durante una jornada profesional celebrada en Sevilla. Este nuevo proyecto se constituye como el primer plan integral en España que aborda todas las variantes de hepatitis víricas —A, B, C, D y E— en una única estrategia, alineada con los objetivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para eliminar estas enfermedades como amenaza para la salud pública en 2030.
Según la OMS, en la actualidad hay más de 254 millones de personas en todo el mundo infectadas con el virus de la Hepatitis B (VHB), mientras que 50 millones padecen la Hepatitis C (VHC). Los objetivos del organismo internacional incluyen reducir un 90 % las nuevas infecciones y un 65 % la mortalidad para el año 2030. En respuesta a este desafío global, el PEAHEP tiene como meta mejorar la gestión de las hepatitis víricas en Andalucía, donde solo en 2023 se registraron 621 nuevos casos.
De los 621 casos reportados en Andalucía, 443 se dieron en hombres, lo que representa un 71,3 % del total, mientras que las mujeres supusieron el 28,66 %, con 178 casos. El mayor número de contagios se registró en el grupo de edad de 45 a 65 años entre los hombres, con 251 casos, lo que equivale al 56,65 % del total de infecciones masculinas. Entre las mujeres, el contagio de hepatitis A fue más frecuente en menores de 14 años, con 11 casos, y el resto de los contagios se concentraron en el grupo de 45 a 65 años, destacando 6 casos de hepatitis B, 54 de hepatitis C y 17 de otros tipos de hepatitis.
En términos de incidencia, la hepatitis A en Andalucía tiene una tasa de 8,4 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la hepatitis B presenta una incidencia de 9,2 casos por cada 100.000 habitantes. Por su parte, la hepatitis C es la más frecuente, con una tasa de 45,8 casos por cada 100.000 habitantes, y el resto de las hepatitis víricas suman una tasa de 9 por cada 100.000 habitantes.
El Plan Estratégico Andaluz para el Abordaje de las Hepatitis Víricas 2024-2030 está estructurado en cinco líneas estratégicas específicas y dos transversales. La primera línea se centra en la promoción de la salud, con el objetivo de mejorar las capacidades de la población en cuanto a la adopción de hábitos saludables y la educación sanitaria. La segunda línea aborda la prevención y el diagnóstico, con un enfoque en fortalecer la inmunización de los grupos de mayor riesgo frente a las hepatitis A y B, mejorar la educación preventiva y promover el diagnóstico precoz, con el objetivo de que el 90 % de las personas infectadas con hepatitis C estén diagnosticadas.
La tercera línea se dirige a la protección de los consumidores, estableciendo medidas para reducir el impacto de la hepatitis A en la salud pública por el consumo de alimentos contaminados, así como para disminuir el riesgo de transmisión de la hepatitis E por la misma vía. Esta línea incluye la implementación de un sistema de vigilancia epidemiológica con enfoque ‘One Health’ para mejorar la monitorización de las hepatitis A y E.
La cuarta línea estratégica se enfoca en facilitar el acceso a los tratamientos antivirales para las personas diagnosticadas con hepatitis B, C y D, tanto en la población general como en grupos vulnerables con baja adherencia a los servicios de salud. Dentro de esta línea, se implementará de forma progresiva el diagnóstico en un solo paso para la hepatitis C, y se trabajará en el desarrollo de este tipo de diagnóstico para las hepatitis B y D.
La quinta línea estratégica tiene como objetivo general conocer la situación epidemiológica de las hepatitis víricas en Andalucía, reforzando los mecanismos de vigilancia epidemiológica para mejorar la detección de casos y la adopción de medidas preventivas y de control.
Por último, las dos líneas transversales del plan se refieren a la formación y a la investigación e innovación. La primera busca promover el conocimiento y la concienciación sobre las hepatitis víricas entre los profesionales sanitarios, implementando un plan de formación que les permita adquirir las competencias necesarias en el manejo de estas enfermedades. La segunda transversal está orientada a fomentar la investigación e innovación para desarrollar nuevas estrategias que mejoren el tratamiento y control de las hepatitis víricas en la comunidad.
Este plan tiene una duración hasta 2030 y responde a la necesidad de gestionar de manera más eficiente la alta prevalencia de estas infecciones, que, según el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego, sigue siendo un problema, ya que una parte significativa de la población afectada en Andalucía desconoce su infección, lo que favorece la transmisión continua y la progresión de la enfermedad hacia estados más graves.
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