Y seguimos la ruta internacional con estos chirigoteros americanos que llegan desde Santoña (Cantabria), ya unos clásicos del Carnaval de Cádiz que regresan a la Tacita tras su descanso en 2013 y que lo hacen con tipos de camioneros. Dirige José Ángel Valle Álvarez y componen Eloy Manuel Ortiz Cruz y José Ángel Valle Álvarez.
En el primer pasodoble comparan rincones y aspectos de Cádiz con ciudades de Estados Unidos "lo mejor de Cádiz es que si me da un aplauso, yo me pongo Colorado", concluyen. En el segundo cuplé se imaginan las Olimpiadas de 2020 en Cádiz donde se puede tomar un "relaxing de chocos fritos del tirón", porque Cádiz es más olímpicas y dan sus razones.
Primer cuplé para el Gran Hermano americano en los que se ha convertido los planes espías de Estados Unidos que llegan hasta Cádiz para vigilar a Teo hasta en la ducha "pero allí solo han tenido cojones de ponerle una escucha". El segundo para un modelo de cigarrito electrónico que es gaditano donde sale "el vaporcito", rematan el cuplé con el uso sexual del cigarrito.
En el popurrí aparece El Lobe al final de la actuación, y defienden al final del mismo que "mi acento nos une mucho más de lo que pensáis".
Mejoran año tras año y demuestran su pasión por Cádiz a pesar de la lejanía desde la que llegan a las tablas del Gran Teatro Falla. Y que su presencia sea por muchos años más.
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