Eduardo Delgado / Aula del Carnaval de Cádiz

La Junta Ejecutiva del COAC ha aprobado hoy colocar la estrella de Eduardo Delgado en el Paseo de la Fama del Carnaval el próximo 8 de febrero, primer día oficial del Carnaval de Cádiz 2018 y justo la jornada antes de la celebración de la Gran Final de esta edición del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas. Este evento contará con la actuación de una antología que interpretará coplas del desaparecido autor, reconocido como uno de los mejores cupleteros del Carnaval gaditano.

¿Quién es Eduardo Delgado? (Fuente: Aula del Carnaval de Cádiz)

Eduardo Delgado Camelo, nace en Cádiz el 16 de Agosto de 1911 en la calle Jesús María y José, número 12, actualmente Paraguay, enclavada en pleno barrio de la Viña.
Su infancia, aunque transcurre en el entorno del barrio de la Viña, es compartida con el colegio de la Salle Mirandilla por vinculaciones paternas con este centro educativo, - situado en el barrio de Santa María- donde cursó sus primeros estudios.

Desde pequeño, tuvo inquietudes artísticas y deportivas, dedicándole a esta última gran parte de su vida. Perteneció a las distintas secciones de equipos de este colegio, hasta tal punto que, una vez finalizados sus estudios no perdió contacto con sus antiguos compañeros, manteniendo un equipo de futbol aficionado con el que participaba en liguillas locales.

Una vez finalizados sus estudios, entra de aprendiz en “La Instaladora Eléctrica” donde adquiere los conocimientos para posteriormente convertise en electricista-instalador. Durante su estancia en esta empresa, participó en montajes efímeros de los Carnavales, dirigidos por el artista local Don Antonio Accame Scassi.

En 1930, es llamado para cumplir con sus deberes militares, cuyo servicio lo realiza en Cádiz, en los Cuarteles de San Roque y Santa Elena, situados en las inmediaciones de las Puertas de Tierra.

A principio de los años treinta, conoce a Juana Cubiella Reyes con quien contrae matrimonio el día 26 de Diciembre de 1936, cuando contaba 25 años de edad. De este enlace, nacieron diez hijos; siete mujeres y tres hombres: Eduardo, fallecido a los pocos meses de nacer, Manuela, Carmen, Rosario, Eduarda, que también fallecería a temprana edad, Eufemia, Juan Manuel, Ana María, Eduardo y Josefa.

El domicilio familiar se fijará primeramente en la calle Jesús María y José número 12. En 1957 cambiará su domicilio a la calle San Félix número 16.

A principio del año 1937 es movilizado y es trasladado al frente de Bilbao donde estuvo destinado hasta finalizar la Guerra Civil, en Abril de 1939.

Su profesión de electricista, la desempeñó en varias empresas: Instaladora Eléctrica, Astilleros de Echevarrieta y Larrinaga, y en Los Servicios Municipalizados de Agua y Electricidad de Cádiz, donde ingresó en Junio de 1949, llegando a ascender a Jefe de Grupo en muy poco tiempo.

Eduardo se inicia en el Carnaval de Cádiz, con apenas 15 años como componente de la agrupación “Los Reyes de un País Fantástico” (1926), cuyo tipo representaba a unos enanitos. En esta agrupación salió junto a José Quintana y Manuel Sánchez Mellado “El Cala”.

A finales de los años veinte principio de los treinta, participa y colabora en algunas agrupaciones, En 1935 empieza a ensayar en el Coro “España y sus escudos Regionales”, pero al poco tiempo de empezar se marcha con el coro “Los Pamplis” que dirigía Francisco Guzman “El Batato”.

Durante la Guerra Civil se suspende los carnavales, pero no fue impedimento para que muchos coristas viejos se reunieran y entre copitas de vinos recordaran antiguos tangos y pasodobles. Este esfuerzo, hizo que en el verano de 1948 se recuperara esta fiesta con el nombre de Fiestas de Coros. Sería precisamente en 1948 cuando comienza su labor como autor. De su extenso repertorio podemos destacar las siguientes agrupaciones: Coros, “Los Chisperos” (1948), “Los Molineros Holandeses” (1949), “Los Salineros” (1950), “Los Jazmines” (1951). Chirigotas, “Los Esquilaores” 1951, “El pelotón de los torpes” (1952), “Los Gilis” (1953), “Los Fumigadores” 1954, “Los que viven del cuento” (1954), “Los recoveros de Rota” (1955), “El maestro Canilla y sus aprendices” (1956), “Los Nietos de la Tía Norica” 1956, “Los Vagabundos” (1957), “Los pepes” 1957, “Los Cataores de 1800” 1957, “Los de Puente Genil” (1958), “Los guardias de la verbena de la Paloma” (1958), “Los hojalateros tartajosos” (1959), “Los nuevos reclutas” (1960), “Los aceituneros” (1961), “Los tratantes de ganado” (1962), “Los que ya me entienden” (1963), “Los viejos ye-yé” (1967, “Los Peregrinos” (1967), etcétera.

Eduardo Delgado, consumado autor de chirigotas, destacó por su ingenio en la composición de los cuplets. Los comparsistas de su época no dudaron en catalogarlo como el mejor “cupletero” de aquellos años.

En sus letras se refleja, aparte de la gracia, la gran humanidad de este autor. En todos sus repertorios incluía críticas alusivas a su entorno social, recordando por ejemplo las dificultades que sufrían los menos pudientes. (Viviendas comunes, falta de alimentos, etc.).

Su aportación esencial a la fiesta la podemos resumir en la sencillez a la hora de escribir sus cuplest, llenos de humor, ingenio y gracia gaditana.

Asimismo, influyó en el resurgir del Carnaval en el año 1949 en compañía de otros famosos autores y directores.

La Comisión de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento de Cádiz, le concedió el máximo galardón carnavalesco, el Antifaz de Oro en el año 1969.

Eduardo Delgado Camelo, falleció en Cádiz, el 9 de Junio de 1975.

 


 

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