Venezuela está decidida a dar el sitio que le corresponde al primer venezolano universal, Francisco de Miranda (Caracas, 1750-San Fernando, 1816). En toda América hay edificios, calles, avenidas, colegios, universidades con su nombre. No en vano se trata de uno de los precursores de la independencia de los países del otro lado del Atlántico.También en Cádiz tiene un reconocimiento en forma de estatua situada en la plaza de Argüelles. Su reciente traslado desde la plaza de las Tres Carabelas tiene un porqué, y es que allí, en Argüelles, en la Casa de las Cuatro Torres, estuvo viviendo Miranda tras su llegada a la ciudad en el año 1771.
Hace tiempo que el gobierno venezolano tiene interés en dar relevancia a una parte crucial de la biografía de este gobernante de la Primera República del país, pero ha sido ahora, con el apoyo fundamental de la Plataforma Bolivariana de Cádiz, cuando por fin se ha decidido a activar las gestiones para adquirir tres de los cuatro edificios del conjunto arquitectónico que apenas están ocupados por algunos inquilinos.
La Embajada de Venezuela es la que está negociando con los propietarios de la histórica Casa de las Cuatro Torres. De momento no se ha llegado a ningún acuerdo debido a que las pretensiones económicas de las dos partes están demasiado alejadas, pero se confía en poder llegar a un acuerdo antes de que finalice el año. La embajada ya incluso estaría perfilando un primer proyecto de actuación para rehabilitar y dar contenido al edificio.
No se trata de un brindis al sol del gobierno venezolano. Al parecer, ya hay un proyecto concreto para dar vida al inmueble. La idea que se baraja es la de instalar en Argüelles un Consulado del país, a la vez que un centro cultural latinoamericano que se concibe como un referente en Europa de la cultura del otro lado del Atlántico, dando un lugar preferente al legado histórico de las independencias iberoamericanas.
Es un proyecto ambicioso que aún se está perfilando y que vendría a reforzar la posición de Cádiz como referente europeo al otro lado del Atlántico.
Francisco de Miranda, tras una vida entregada a la lucha por la democracia en diversos países, falleció en el penal de Cuatro Torres del Arsenal de La Carraca de San Fernando en el año 1886.
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