No es recomendable nunca ponerse enfermo pero si pudiéramos elegir, que no sea en épocas de vacaciones. No es lo mismo acudir a un hospital o un centro de salud un fin de semana que de lunes a viernes. ¿Sabían que hasta de eso hay estudios y que revelan que los pacientes que ingresan durante los fines de semana tienden a tener resultados menos favorables?. Incluso la mortalidad es mayor en comparación con pacientes ingresados en días laborables. Un estudio británico de cirugía en el 2018, en el que se incluía revisiones sistemáticas, ensayos clínicos aleatorios y estudios observacionales, estimó el efecto del ingreso los fines de semana sobre la mortalidad de esos pacientes en hospitales británicos. La conclusión fue que en cirugía eran peores los resultados en fines de semana con mayor número de muertes que los ingresos de días entre semana. Igualmente ese estudio realizado en Estados Unidos reveló que la mortalidad se elevaba hasta un 19% y en Dinamarca un 15%.
Analicemos ahora las causas. En primer lugar hay menos recursos humanos disponibles lo que provoca que la atención empeore y las esperas aumenten, el personal la mayoría de las veces se encuentra saturado por culpa de turnos leoninos con poco descanso. Situaciones de estrés con consultas de demanda cerradas por vacaciones de compañeros y poco sentido común de nuestros dirigentes, aumentando el número de pacientes que acuden a urgencias porque no les dan cita hasta dentro de una semana para su médico. ¿A qué todo esto les suena familiar?, pues sepan que a nosotros también. Consecuencias, baja remuneración, turnos con poco descanso, cada vez menos medios, políticas basadas en el ahorro disminuyendo la calidad asistencial, acuerdos económicos con laboratorios Pepito Pérez para disminuir costes a base de perjudicar al usuario, médicos que emigran a otras comunidades o a otros países. Nuestra sanidad se desquebraja poco a poco pese a ser una de las mejores del mundo y a cada gobierno solo se le ocurre empeorar los dos pilares fundamentales de nuestra sociedad: sanidad y educación. Pero volviendo al tema que nos ocupa, aunque relacionado con lo mismo, se evaluó el tiempo de espera de los pacientes en Irlanda hasta que eran visto por un médico en el hospital de Nenagh, los pacientes que esperaban más fueron más propensos a morir. Conclusión en fiestas se alarga los tiempos de espera y por tanto como indica este estudio, aumenta la probabilidad de mortalidad. Al final parece que Voltaire no llevaba razón cuando dijo: " el arte de la Medicina consiste en entretener al paciente mientras la Naturaleza cura la enfermedad". También es verdad que los pacientes que se atienden en festivos están más graves, ingresan menos por saturación del sistema o en algunos casos por altas voluntarias, empeora la satisfacción del paciente, los profesionales sanitarios están menos cualificados a veces, o tienen menos experiencia otras y en la mayoría de los casos se limitan a solucionar el problema inmediato y no se pauta un tratamiento posterior o no se deriva a un especialista.
En definitiva parece que no es buen momento el vacacional en general y el festivo en particular, para acudir al médico, pero llegado el caso, pongamos cada uno de nuestra parte. Ustedes como pacientes entiendan que quien les atiende estará cansado, no es de su gusto trabajar cubriendo en algunos casos a compañeros y en otros, bajas o vacaciones, no le falten al respeto con aquello de "yo le pago" porque pueden verse en el apuro de que les pidan retrasos y pagas extras que no fueron abonadas o que les digan que somos de los médicos peor pagados de la comunidad económica europea y nosotros como médicos, entendamos que quien acude es sobretodo paciente (porque ha esperado y ha sido paciente y porque padece) y no acude en condiciones de sentirse peor de lo que ya está. La espera que sea, como la del primer amor, que una vez que se encuentren sean ambos recompensados.
Dr. Fernando Arévalo Rosado
Médico de Atención Primaria
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