La XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y presidentes de Gobierno se abrirá con un acto lleno de simbolismo: la visita de los líderes de todos estos países al Oratorio de San Felipe, lugar que sirvió de escenario para alumbrar hace 200 años la Constitución de Cádiz. Y esto se puede considerar un gran logro ya que las agendas para la Cumbre están muy ajustadas y se salen muy poco del guión ya establecido. Esta visita se hará como un guiño y un homenaje a la ciudad de Cádiz.

Y es que desde la última cumbre celebrada en España, la de Salamanca en 2005, los países miembros decidieron reducir el tiempo de duración del encuentro de las 48 horas anteriores a las 24 actuales. Eso hace que todo quede mucho más ajustado.

Los dos días grandes de la Cumbre tiene un primer día más protocolario e institucional, el 16, y un segundo de trabajo propiamente dicho que concluye finalmente con la declaración de la Cumbre en cuestión. Entre medias se producirán encuentros entre las delegaciones de los distintos países e incluso entre algunos líderes.

Sin embargo, toda la actividad no va a estar ceñida a los líderes de los países, sino que desde varios días anteriores ya va a haber diversos encuentros preparatorios. En este sentido, el miércoles 13 ya habrá reuniones a nivel técnico. Por su parte, los dos días siguientes se producirán entre los representantes de la organización de la Cumbre en los distintos países, llamados también coordinadores nacionales y responsables de cooperación y en la que también estará presente la Secretaría Pro-Tempore, que es ejercida anualmente por el país en el que se celebra la Cumbre y se ocupa de apoyar a la Secretaría General Iberoamericana (Segib) en la organización de la misma, así como de coordinar con ella los trabajos preparatorios y de dar continuidad a sus decisiones. En este caso recae sobre la figura del Secretario de Estado para Iberoamérica, Jesús Gracia.

La agenda también tiene prevista para el día 15 la llegada a la ciudad de los ministros de Asuntos Exteriores iberoamericanos, que tendrá su continuidad posteriormente el día 16 con una reunión técnica.

La Cumbre es el punto y final de un trabajo que se ha realizado a lo largo del año con reuniones sectoriales de los distintos ministros. En cada una de ellas se sacan una serie de declaraciones y puntos de encuentro que después son los que se llevan a la cumbre. Estas reuniones preparatorias se han producido la mayoría en Madrid, y una en Salamanca y otra en Valencia, para no aumentar los costes, aunque la última que se hará es la citada de Asuntos Exteriores en Cádiz.

Salvo la visita que tendrá lugar en el Oratorio y la apertura en el Gran Teatro Falla, el punto de desarrollo de toda la Cumbre, tanto para los líderes como para las delegaciones que los acompañan y para la prensa, será el Palacio de Congresos, que para ello ya se ha comenzado a acondicionar y que conforme se acerque la fecha del evento, se transformará más a fondo para conseguir despachos para el Rey y el presidente del Gobierno español, para encuentros bilaterales y para instalar un centro de prensa, etcétera.

En total pueden darse cita en Cádiz unos 800 delegados de los distintos países. Aunque cada territorio es libre de traer a más o menos gente, la organización va a conceder entre 20 y 25 acreditaciones a cada uno de los países para que puedan acceder a las zonas de reuniones. A ellos habrá que unirle los 1.000 periodistas que se calcula que van a estar acreditados y los llamados observadores e invitados.

Desde la organización no se pueden dar pistas de dónde se van a alojar los distintos mandatarios, pero los periodistas lo harán en varios hoteles de la capital, San Fernando, El Puerto de Santa María, Rota y Jerez de la Frontera.

También las mismas fuentes afirmaron que se va a utilizar la estación de trenes de 1905 como punto de gastronomía para los periodistas y las delegaciones, de tal manera que ya se ha sacado a concurso la gestión de este catering, que será servido por una empresa de la zona. De este modo, después de varios años cerrada, va a ser la primera vez que este edificio rehabilitado hace unos años abra sus puertas.

A falta de menos de dos meses para que se celebre la Cumbre Iberoamericana tan sólo el líder de Cuba no va a asistir al más alto nivel ya que seguramente lo hará con su ministro de Asuntos Exteriores, al que habrá que añadir Paraguay, anfitrión en 2011, que ni siquiera vendrá por el problema político interno tras la destitución del que era presidente, Fernando Lugo. Si el líder venezolano Hugo Chávez no acude, lo hará también con su ministro de Asuntos Exteriores.

Cádiz es una de las ciudades más pequeñas de todas las que ha acogido la Cumbre Iberoamericana.

Para mediados de octubre se va a producir una visita de avanzada con representantes de todas las delegaciones procedentes desde los mismos países y no de las embajadas. Por último, para el día 17 de noviembre se está preparando un programa paralelo para las primeras damas en el que la Reina Sofía y la esposa de Mariano Rajoy, Elvira Fernández, serán las anfitrionas.

 


 

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