cadizensalud vertigo

Al escribir la palabra vértigo rápidamente nos vendría a la cabeza la película del genial Alfred Hitchcock protagonizada brillantemente por James Stewart, un detective que padece ese síntoma.

El vértigo tiene múltiples causas y hay que ir poco a poco descartando cada una. Se trata de un síntoma que es invalidante, es decir, quien lo padece en la mayoría de los casos precisa de baja laboral. Hay determinadas profesiones como conductores o personas que manejen maquinaria peligrosa que les invalida para el ejercicio de su actividad. Puede estar producido por problemas en el oído interno, por malformaciones o patologías cervicales, traumatismos cráneo-encefálicos, enfermedades neurológicas o hasta por estrés. Puede ir acompañado de náuseas, sudoración, acúfenos (ruidos en el oído), cefalea (dolor de cabeza), sensibilidad o molestias con la luz, visión doble, problemas de riego sanguíneo, tumores, migrañas etc...

En sí consiste en una pérdida del equilibrio con sensación rotatoria (todo da vueltas) acompañado de los síntomas que he citado. Si el vértigo se manifiesta como movimiento de los objetos hablamos de vértigo subjetivo y si por el contrario el vértigo hace que la persona se tambalee estamos ante el vértigo objetivo. Tenemos que hacer un inciso y diferenciar que el vértigo que se produce al viajar en coche o barco o al subir a una altura considerable es fisiológico y por lo tanto no se encuentra asociado a ninguna enfermedad ni requiere estudio, solo tratamiento preventivo cuando se necesite viajar o subir a una determinada altura. El que nosotros vamos a citar es aquel que surge de forma constante y no asociado a situaciones relativamente habituales que lo provocan sino producido por una actividad normal en la que no está justificado su aparición. Su duración es variable pudiendo desaparecer en pocos minutos o durar horas e incluso días. Distinguimos así:

Vértigo central: dura días, es contínuo y no va asociado a alteraciones del oído. No presenta síntomas neurovegetativos acompañantes (sudoración, náuseas, etc..), es lento y progresivo con una sensación muy desagradable de inestabilidad.

Vértigo periférico: es repentino, dura minutos u horas y se acompaña de hipoacusia (disminución de la audición), acúfenos (ruidos del oído), así como síntomas neurovegetativos (taquicardia, hipotensión, sudoración, náuseas). Es por ejemplo ese vértigo que aparece en algunas personas al levantarse relativamente rápido de la cama.

El vértigo más frecuente es benigno y se produce por cambios en la posición de fluidos del oído interno 

El vértigo de Meniere se debe a un aumento de la presión del oído

Queda por tanto claro que si se padece frecuentemente de vértigos hay que acudir a un otorrino para que estudie nuestro oído. Una analítica mientras tanto y fundamentalmente una buena exploración física nos va a ayudar muchísimo. Los médicos muchas veces pecamos de inocentes y los síntomas descritos por los pacientes nos llevan al diagnóstico rápido sin pararnos a realizar un examen físico que es de obligado cumplimiento en medicina.

¿Pero qué debemos hacer ante una crisis de vértigo?. Manténgase quieto y descanse, evite cambios bruscos de movimiento o de posición,  aumente lenta y gradualmente su actividad, puede necesitar algún soporte como bastón o muleta para caminar temporalmente, evite las luces brillantes, la televisión o la lectura ya que pueden empeorar los síntomas; evite conducir, utilizar maquinaria pesada o peligrosa y escalar, hasta una semana después de la desaparición de los síntomas.

Para su tratamiento existen múltiples medicamentos pro como siempre digo no se automedique, ni todos los mareos son vértigos benignos, ni el medicamento de mi vecino o familiar vale para el enfermo. Acuda al médico que le explorará y en caso necesario le derivará a un especialista. Pero recuerde que siempre la prevención y el diagnóstico precoz es una de las mejores herramientas para luchar contra cualquier enfermedad y lograr su curación.

Viene a mi cabeza el incombustible "Zambo" que hubiera hecho estragos al personaje de Alfred Hitchcock pues solo él manejaba la escoba y el vértigo como nadie, haciendo cabriolas y piruetas en el bien llamado, hasta ese fatídico día que nos dejó, Tren de la Felicidad.

Dr. Fernando Arévalo Rosado
Médico de Atención Primaria
N°colegiado 111108133

 


 

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