A plena luz del día, la avenida Campo del Sur de Cádiz se transformó en una inesperada escena de documental salvaje. Una gaviota descendió sobre una rata medio moribunda, la picoteó sin titubeos y, con movimientos calculados, la atrapó entre su pico.
Los viandantes no daban crédito. Algunos grabaron con el móvil mientras el ave levantaba el vuelo con su presa, surcando la calzada a baja altura y pasando a escasos metros de varias personas. El contraste entre el entorno urbano y la crudeza de la naturaleza dejó a más de uno boquiabierto.
El vídeo, enviado por una persona lectora, ha desatado teorías sobre un posible cambio en el comportamiento de las gaviotas. Lo que parecía un paseo cotidiano por el litoral gaditano acabó con un recordatorio contundente: la ley del más fuerte también se impone entre coches y aceras.
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