Cambian los tiempos y las tendencias. Años atrás era rara la carroza musical que no iba al máximo de decibelios con grupo de go-gós, bailarinas y bailarines en sus correspondientes tarimas, haciendo de la cabalgata del Carnaval de Cádiz un desfile con sensualidad y de discutible aptitud para el más que predominante público infantil.
En este año 2017 pocos, más bien los mínimos, han sido los disfraces sugestivos que se han dejado ver en la cabalgata, tanto en los diferentes grupos de animación y espectáculos entre carroza y carroza, como en las diferentes carrozas tematizadas que formaron parte del cortejo.
Con la decisión de suprimir la figura de las Ninfas de los festejos municipales, en esta ocasión no ha habido carroza dedicada a éstas. Tiempo atrás era habitual que las Ninfas del pasado año se dejaran ver en la Cabalgata en una carroza dedicada, pero este año, por la razón que fuese, no estuvieron.
Esta ocasión fueron más los espectáculos infantiles de animación que interactuaron con el público y las perfomances de delicado estilo que prevalecieron en un largo, pero intenso pasacalles.
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