El Ayuntamiento de Cádiz ha instalado en la Primera Aguada situada en la Avenida de Huelva, junto al colegio Villoslada, un cañón de avancarga (con carga delantera) de época moderna de hierro. Para este cañón se ha realizado un soporte simulando una cureña de hormigón armado.
En la zona de Extramuros de Cádiz se levantaron varias baterías menores con el fin de dificultar posibles desembarcos de flotas enemigas. Por el sector de la Bahía de Cádiz, desde los glacis de Puerta Tierra hasta el castillo de San Lorenzo del Puntal, se construyeron entre los siglos XVII y XVIII un conjunto de baterías semicirculares y cerradas por un muro, siendo las más significativas esta primera aguada y la segunda, situada en la Plaza de Santa Ana, y en la que próximamente también se colocará un cañón.
Destacar que a principios del siglo XIX, con motivo del asedio napoleónico, se reforzaron las instalaciones jugando un papel importante en la disuasión de un posible desembarco francés en este sector. Durante este período esta batería estuvo artillado por cañones, complementando la línea de fuego del Baluarte de Santiago y del castillo del Puntal.
Este Baluarte era una construcción sencilla, contando con un muro defensivo semicircular, un cuerpo de guardia y un almacén de pólvora. Sus restos permanecen semienterrados en los bajos del colegio Villoslada, utilizándose como cimentación del muro posterior de este centro educativo y siendo lo visible un testimonio de la totalidad de dicho monumento.
En su momento estaba situada en la antigua línea de costa y era un lugar de suministro de agua potable a los buques fondeados en la Bahía.
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